LOS ODIOSOS OCHO

LOS ODIOSO OCHO - Un artículo de ALBERTO CARPINTERO alberto@planeta5000.com

Emulando las estructuras del cine de Tarantino, elaboraré mi reseña por capítulos.

Capítulo 1: La historia

Paisajes nevados, estáticos, en Ultra Panavision y una suave música de Ennio Morricone. Así comienza la 8ª película de Quentin Tarantino, su segundo western, y, tal vez, una de sus mejores obras.

LOS ODIOSOS OCHO


Tras los títulos de crédito, entramos en la historia a través de una diligencia, al igual que con John Ford en su obra maestra Stagecoach (La diligencia, 1939). En la película de Ford la historia iba adquiriendo profundidad a través de unos personajes arquetípicos del western y constituía, en definitiva, un compendio que resumía a la perfección el “salvaje Oeste”. Tarantino no se queda atrás, pues en su diligencia también incluye personajes tipo y les otorga una maravillosa ambigüedad, tanto moral como psicológica. Esta diligencia recorre las montañas nevadas de Wyoming y tiene como destino el pueblo de Red Rock, adonde se dirige el cazarrecompensas John Ruth, alias “la Horca”, con la muy buscada Daisy Domergue, que va a ser ahorcada por la justicia. Una fuerte ventisca les sigue los pasos. Salvándoles de la más que probable muerte, la diligencia recoge a dos hombres. El primero es el Mayor Marquis Warren, ex-oficial de la caballería en el bando de los estados unionistas en la Guerra de Secesión, ahora ejerciendo, como John Ruth, el oficio de “cazador de hombres”. El segundo, el que otrora fuese miembro de una banda de forajidos, Chris Mannix, que se dirige al pueblo de Red Rock para ser nombrado nuevo sheriff. Este peculiar grupo llega a una posada en mitad de las montañas, llamada “La mercería de Minnie”, dispuestos a pasar varios días hasta que amaine la tormenta. En el interior del establecimiento nos encontramos con los restantes “odiosos”. El misterioso mejicano Bob, que regenta la posada mientras Minnie se haya ausente; el refinado “gentleman” Oswaldo Mobray, verdugo de la región; Joe Gage, vaquero que vuelve a casa por Navidad; y el ex-general del ejército sudista, Sandy Smithers. Una vez asentados y presentados los personajes, aparentemente todo está en orden, pero la situación se irá poco a poco descontrolando, al intuirse que varios de los huéspedes poseen intenciones ocultas

LA DILIGENCIA

 

Capítulo 2: Tarantino y sus referencias

Quentin Tarantino siempre ha sido un director maldito en Hollywood. Amado y odiado a partes iguales, cada vez que presenta nueva película la polémica está servida. Los temas que trata, sus afilados diálogos y su extrema violencia desesperan a más de uno. Lo que es incontestable es su amor por el cine. Cada una de sus cintas rezuma séptimo arte. Da rienda suelta a todo su bagaje cinéfago, poblando su obra con multitud de referencias. Es un placer analizar sus obras y descubrir una parte de sus guiños, y digo una parte porque probablemente estemos a años luz de captar el total de sus -llamémosle- homenajes.

TARANTINO en el rodaje como Director

Empecemos mencionando el género spaghetti western que tanto ama Quentin. Uno de los primeros detonantes se relaciona directamente con El gran silencio (Il grande Silenzio, Sergio Corbucci, 1968), western nevado en donde Klaus Kinski interpreta a un despiadado cazarrecompensas y, al igual que Samuel L. Jackson, pide viajar en una diligencia durante una ventisca, trasladando varios cadáveres congelados. Perfectamente, el personaje de Kinski podría haber formado parte de estos odiosos ocho. Su influencia es más que notable en la película que nos ocupa.

EL GRAN SILENCIO

Más adelante, cuando llegamos a la mercería de Minnie y se encuentran todos los personajes, tiene bastantes semejanzas con una escena de Hasta que llegó su hora (C'era una volta il west, Sergio Leone, 1968), uno de los mejores westerns de la historia, y una de las películas favoritas de Quentin. La escena en concreto es la llegada a la posada que se halla en el famoso y “fordiano” Monument Valley. Una escena recortada -que no cortada- en su día y ahora rescatada en la versión del director. En ella, Claudia Cardinale hace una pausa en su viaje a conocer a su familia. En dicha posada se encuentran dos de los personajes que darán juego más adelante: el pistolero renegado Cheyenne, interpretado por Jason Robards, y el silencioso en busca de venganza Harmonica, en la piel de Charles Bronson. Se produce una escena muy tensa entre los peligrosos personajes. En Los odiosos ocho sucede lo mismo pero Tarantino se queda en esa localización, centra su acción en la mercería, al contrario que Leone, que desarrolla sus tramas más adelante.

HASTA QUE LLEGÓ SU HORA

En ese mismo contexto, con una idea parecida, transcurre una parte importante de la película El precio de un hombre (Eugenio Martín, 1966), western patrio, con un enorme Tomás Milian. La escena en concreto es una emboscada en una tasca en mitad del desierto, para liberar al forajido interpretado por Milian. No me extrañaría que algo de esta cinta también hubiese inspirado al bueno de Quentin.

EL PRECIO DE UN HOMBRE

Saliendo del género western, propiamente dicho, hay un claro referente en Los odiosos ocho y es La cosa (The Thing, John Carpenter, 1982). En ambas películas riman varios elementos. El contexto es el mismo, aunque no la localización. No transcurre en la Antártida pero sí en mitad de una fuerte tormenta de nieve, en donde los personajes están atrapados en un escenario. También en ambas tenemos la banda sonora del maestro Morricone, de hecho he leído que algunos temas de Los odiosos son descartes de la cinta de Carpenter. Luego está el hecho de que Kurt Russell sea en ésta de nuevo el protagonista. Aparte, hay escenas concretas que nos recuerdan mucho a La cosa, pero no las comento por eso de los “spoilers”.

LA COSA

Es más que evidente la conexión también con el universo de Agatha Christie y podemos mencionar en concreto obras como Diez negritos o Asesinato en el Orient Express, adaptadas al cine en varias ocasiones. En estas obras nunca nada es lo que parece y los personajes esconden secretos. Tienen siempre la estructura que aborrecía Hitchcock, Who done it, en donde sabemos que ha ocurrido algo malo, ya sea un asesinato, un robo, pero no sabemos quién es el culpable hasta el final. Hitchcock era más de mostrarnos al antagonista desde el primer momento para así crear el suspense, salvo en alguna excepción. Tarantino no sigue al pie de la letra este esquema narrativo, de hecho lo utiliza en plan juguetón. Saber quién o quiénes son los “malos” no es lo más interesante de su película.

ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS


Otro guiño que hemos notado, aunque puede dar pie a debate, es a Gritos y susurros (Viskningar och rop, Ingmar Bergman, 1972). Sé que parece una locura pero a Tarantino no solo le gusta el cine de subgéneros y el trash. Como buen cinéfago devora y disfruta todo lo que sus ojos ven y es bien sabido que adora a Godard y a Bergman. La referencia a Gritos y susurros es a través de una voz en off. En la cinta sueca, a mitad de historia, aparece una voz que nos narra una serie de sucesos sin demasiada importancia, contándonos lo sucedido en un corto periodo de tiempo. Según cualquier teoría del guión, utilizar la voz en off a mitad de una película sin haberla usado previamente es una falta muy grave. Ya sea el narrador un personaje dentro de la historia o un narrador externo a ella, la voz no debería aparecer cuando está bien avanzado todo, si no al comienzo. Más allá de que sea una regla o no, al caer en esto da la impresión de que el autor no sabe cómo contar lo que está transmitiendo la voz. Hay una excepción, claro. Todo esto a lo que me refiero no está mal si esa voz no es otra que la del propio director y guionista de la cinta, que haciendo un guiño al espectador, habla con él y, como es el propio creador, ya nos está contando la historia desde un principio. No es un error que utilice otro canal para seguir comunicándose. Tanto Bergman como Tarantino cogen el micrófono y, en un momento dado, usan sus auténticas voces para hablarnos directamente. Aunque no esté acreditado, es el propio Quentin quién nos narra ese pasaje, que además incluye una broma genial con el título de uno de los capítulos.

GRITOS Y SUSURROS

 

Capítulo 3: Los intérpretes

Varios de los actores de la cinta son habituales del director, las nuevas incorporaciones esperemos que repitan con él porque son geniales. Éstos son “los odiosos ocho”:

Kurt Russell (John Ruth)


Desde que hizo con John Carpenter La cosa, 1997: Rescate en Nueva York, 2013: Rescate en L.A. y Golpe en la Pequeña China, Kurt Russell es considerado un actor de culto. Pero aquellas no fueron sus primeras películas, Russell empezó su carrera con la compañía Disney, cosechando éxitos de taquilla. Con Carpenter se le comenzó a valorar como actor de cine de acción y ciencia ficción y, aunque hizo muchos dramas y comedias, sería el cine de acción el que le daría mayor fama. Entre sus títulos más recordados: Tango y Cash, Llamaradas, Tombstone: la leyenda de Wyatt Earp, Stargate, Decisión crítica, Breakdown, Soldier,...

Trabajó con Tarantino por primera vez en Death Proof (2007) y en Los odiosos es su segunda colaboración.

No hay nada que gratifique más a John Ruth que ver ahorcar a sus detenidos, por algo le llaman “The Hang” (La Horca).


Samuel L. Jackson (Major Marquis Warren)


Un habitual del cine de Tarantino, ha trabajado con él en casi todas sus películas, incluida Malditos bastardos (2009), en la que pone una voz en off. Siempre juega un papel clave en sus obras. Desde el ya mítico Julius Winnfield de Pulp Fiction (1994) hasta este poderosísimo Mayor Marquis Warren de Los odiosos. Sin duda un actor con un carisma bestial, reincidente con Tarantino no solo por su amistad. El dato curioso es que tiene el récord de actor más taquillero. Cada película que pisa es un éxito, comercialmente hablando.

El Mayor Marquis tiene la capacidad de resultar encantador pese a ser en el fondo un verdadero “hijodeputa”. Y posee una carta del mismísimo Abraham Lincoln.


Jennifer Jason Leigh (Daisy Domergue)


Tarantino tiene fama de rescatar estrellas olvidadas, de revitalizar carreras. Lo hizo en su día con John Travolta, Pam Grier o David Carradine. Ahora le toca a Jennifer Jason Leigh, muy famosa en los 80 y 90. Tiene películas tan míticas como Los señores del acero,  Carretera al infierno, Miami Blues, Mujer blanca soltera busca..., Vidas cruzadas, El gran salto, Eclipse Total, o eXistenZ. El papelón que hace en Los odiosos no solo relanzará su carrera, si no que además seguro que le dará una segura nominación a los Oscar.

JENNIFER EXISTENZ 

Daisy está muy valorada por la ley. Ofrecen 10.000 dólares por ella, viva o muerta. Es sádica y muy peligrosa. Es difícil llevarla viva ante la ley, pero John Ruth siempre los lleva vivos, para verlos morir en la horca. “Nadie dijo que fuera fácil”, según palabras del propio Ruth.


Walton Goggins (Sheriff Chris Mannix)

Este actor es más conocido por sus trabajos en la pequeña pantalla. Es protagonista en varias de las series más importantes de los últimos años: Justified, Hijos de la Anarquía y The Shield. También ha realizado muchos personajes secundarios en el cine, incluido uno en la anterior obra de Tarantino, Django desencadenado.

El personaje que interpreta tiene un fuerte acento sureño y marca un contrapunto de humor en varios de los momentos más dramáticos de la historia. La interpretación de Walton es memorable.

Chris Mannix formaba parte de la banda de forajidos de su padre. Como buen sudista, no respeta la igualdad entre blancos y negros. Se resiste a admitir que han perdido la guerra. Ahora se dispone a tener un trabajo honrado, de Sheriff en el pueblo Red Rock. Antes de llegar a él se enfrentará con su primer caso.


Demián Bichir (Bob)


Este actor mejicano lleva toda su vida trabajando en televisión y cine. En el año 2011 obtuvo una nominación al Oscar por Una vida mejor (A better Life, Chris Weitz, 2011). Recientemente le hemos podido ver en la gamberrada de Robert Rodríguez, Machete Kills (2013), y en el díptico sobre el Che Guevara, realizado por Steven Soderbergh en 2008: Che, el argentino y Che: Guerrilla, realizando el papel de Fidel Castro.

Bob, el mejicano, es callado y misterioso. Le han dejado encargado de la “mercería” mientras Minnie está ausente. Hace un café malísimo y no le gusta que le llamen mentiroso. Tras una frondosa barba y un abrigo de piel de oso, contemplará el lento desarrollo de los acontecimientos.


Tim Roth (Oswaldo Mobray)


Tim Roth tenía que volver al cine de Tarantino. Con él empezó todo. Fue el protagonista de su debut, la ya mítica Reservoir Dogs (1992). Participó también en Pulp Fiction y sirvió de guía para unir esas historias locas que formaban la irregular Four Rooms (1995), en donde Tarantino también participaba, firmando una libre adaptación de un relato de Roald Dahl. Han tenido que pasar nada más y nada menos que 20 años para que estos dos cracks volviesen a colaborar. Lo curioso del asunto es que el personaje que interpreta parece hecho a medida de Christoph Waltz, actor fetiche de Quentin desde Malditos bastardos. Es el típico personaje que Waltz bordaría, pero que Roth no desaprovecha.

TIM ROTH

Oswaldo Mobray es el verdugo de la región. Destaca su acento inglés y sus formas “refinadas”. Es un hombre ecuánime, característica de todo buen verdugo. La diferencia entre justicia y linchamiento es la pasión. Para ejercer bien la justicia no puede haber pasión.


Michael Madsen (Joe Gage)


Otro de los incondicionales de Tarantino. Siempre será recordado como el Sr. Rubio de Reservoir Dogs y Budd, el hermano de Bill, en Kill Bill. El resto de su carrera, salvo honrosas excepciones, como Species (Roger Donaldson 1995), está poblado por cintas de serie b, c, o z.

Joe Gage es un rudo vaquero, que vuelve a casa para visitar a su madre en Navidad. No parece el típico hombre que vuelva a casa por Navidad, pero sí lo es, según Joe indica.


Bruce Dern (General Sandy Smithers)

En los años 70, Bruce Dern interpretó una serie de películas que forman ya parte de la historia. Estos son algunos ejemplos: Naves misteriosas, La trama -última cinta de Alfred Hitchcock-, Domingo negro, Driver,... Últimamente su carrera ha vivido una segunda edad de oro, cuando Alexander Payne le dio el papel protagonista de Nebraska (2013), que le supuso una nominación a los Oscar. Con Tarantino ya trabajó en Django desencadenado, pero ahora su rol es más extenso.

El general Sandy Smithers ha perdido una guerra pero sigue odiando todo lo que representa los estados de la Unión. Ahora, ya retirado, y amargado por la desaparición de su hijo, pasa las horas sentado junto a la chimenea, jugando al ajedrez.

Capítulo 4: La imagen y la música


El apartado de la imagen en este caso supone un antes y un después en el cine contemporáneo. Tarantino junto a su director de fotografía Robert Richardson decidieron rodar la película entera en celuloide de 65mm, utilizando el sistema Ultra Panavision, con su posterior inflado a 70mm. Este sistema no se utilizaba desde hace 50 años, concretamente desde Kartum (Khartoum, Basil Dearden, 1966). De hecho, han tenido que utilizar lentes que no se usaban desde Ben-Hur (William Wyler, 1959), reconstruyendo los anclajes para las nuevas cámaras. Todo este esfuerzo técnico, sumado a las condiciones climatológicas adversas, para dar como resultado imágenes de inigualable belleza. Los exteriores nevados tienen una fuerza sobrecogedora y los interiores alcanzan un gran nivel de intensidad, debido al enorme formato que otorgan los 70 mm. El uso de la luz y la contraluz por Richardson es prodigioso, bien merece todos los premios del mundo.

Toda la fascinación que genera la imagen, viene perfectamente acompañada por la partitura original de Ennio Morricone, que con 87 años ha compuesto una banda sonora alucinante, llena de elementos de sus partituras clásicas. Temas reposados, pero tensos; otros enfurecidos, con gritos humanos, como en El bueno, el feo y el malo; momentos suaves, quebradizos, que emulan el mítico reloj de La muerte tenía un precio, y que estallan en un festival de instrumentos de viento; temas ténebres, malrrolleros,... Un delicia. Pura música para un puro western.


Capítulo final: En resumen


En resumen, no podéis perdérosla. No dejéis de verla en cine, en el cine más grande que encontréis y, por supuesto, en versión original. Doblada estará bien, pero las voces originales de los actores, sus acentos, sus entonaciones,... eso es único. Y si tenéis la suerte de vivir en Barcelona, el estupendo cine Phenomena, va a proyectarla en su versión extendida de 20 minutos más, en 70 mm analógico y en inglés; un auténtico lujo. Esta versión llamada Roadshow version incluye una Obertura y un Intermedio, como en aquellas películas clásicas de más de tres horas, como Lo que el viento se llevó o Ben-Hur.

Poco más que decir, los amantes del western y del cine en general estamos de enhorabuena, Quentin Tarantino nos ha regalado una cinta inolvidable, una de sus mejores obras. Un clásico instantáneo.


TRAILER LOS ODIOSOS OCHO

Título original The Hateful Eight 2015. 167 min. Estados Unidos
 
Director
Guión Quentin Tarantino
Música Ennio Morricone
Fotografía Robert Richardson
Reparto
Samuel L. JacksonKurt RussellJennifer Jason LeighDemian BichirWalton GogginsTim RothBruce DernMichael MadsenJames ParksDana Gourrier,Zoë BellChanning TatumLee HorsleyGene JonesKeith JeffersonCraig Stark,Belinda Owino
Productora
The Weinstein Company
Género
Western | Comedia negraSiglo XIX
Web oficial
http://thehatefuleight.com

LOS ODIOSOS OCHO - Un reportaje de ALBERTO CARPINTERO. alberto@planeta5000.com

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